Una de las principales claves del éxito en la vida es la forma de ver las cosas, tanto las personas como las situaciones. Como dice la Biblia:
“La lámpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Así que, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande será la oscuridad!” (Mateo 6:22-23)
Es a través de nuestros ojos que la luz o la oscuridad entran en nuestras vidas. Con una actitud positiva ganamos energía, alegría, entusiasmo y fuerza. Pero una mentalidad negativa produce pesadez, cinismo y resultados indeseables.
Tienes el poder de elegir cómo ves a cualquier persona o situación, con buenos o malos ojos. Esto no tiene nada que ver con el diablo; es tu decisión ver las cosas desde una perspectiva constructiva o destructiva.
Ya sea una pérdida, un problema o una demora, puedes decidir verlos a través de una lente de positividad o negatividad.
Además, unos buenos ojos te harán feliz contigo mismo y con las personas que te rodean.
Manejarás las malas noticias con mayor eficacia, estando lleno de luz y buen ánimo. Incluso en medio de los desafíos, puedes dar gracias a Dios, sabiendo que “los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.” (Romanos 8:28).
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