La expresión “la carne es débil” es comúnmente utilizada por muchas personas como justificación por el hecho de que ellos no quieren resistirse a las tentaciones que la vida les presenta. Lo que no entienden es que esta falta de resistencia no está relacionada con la carne, que es nuestro cuerpo, sino con el tipo de espíritu que tenemos.
Vale aclarar que no se trata de un espíritu maligno, sino de la persona misma, que es caracterizada por la forma en la que piensa, como se ve a sí misma y todo lo que la rodea y prioriza. Todo esto afecta a las elecciones que hace y como reacciona.
Por eso, esta frase a menudo es sacada de contexto, fue dicha por el Señor Jesús, no para que sea utilizada como excusa sino como aviso: “el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41).
Jesús mencionó que la carne es, de hecho, de débil. Sin embargo, al decir que el espíritu está preparado, Jesús revela que el espíritu de una persona es capaz de resistir cualquier tentación a la que es enfrentada.
Por ejemplo, si la carne es tentada a mentir, pero la persona tiene un espíritu sincero, él no mentirá. Del mismo modo que, si la carne es tentada a traicionar, pero la persona tiene un espíritu fiel, él no caerá en la infidelidad.
Por esta razón, el Señor Jesús también dijo: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” (Juan 6:63). Sin embargo, Su palabra tan solo produce Vida cuando el Espíritu de Dios se revela al espíritu de la persona.
Así es como Gedeón tuvo su primer cambio, y dejó de ser un esclavo de las circunstancias de opresión que le rodeaban. Él, que no era solo el menor de Israel, sino que también se vio a sí mismo de esta manera. Cuando él permitió que la palabra de Dios entrara dentro de él, el espíritu de inferioridad y miedo salió, y el espíritu de coraje entró.
Cuando una persona decide escuchar lo que Dios dice y obedece, el mayor milagro sucede. Dios da un nuevo corazón, capaz de hacerles abandonar de su propia voluntad por la de Dios, y sella esta transformación dándoles Su Espíritu.
En otras palabras, ellos reciben la mente de Cristo, lo cual significa que ellos pensarán como Dios piensa. Desde ese momento, dejan de ser controlados por impulsos, emociones y deseos, y comienzan a poner empeño en practicar lo que agrada a Dios y apartarse de todo que Él aborrece.
Aunque, un cambio de mentalidad no se produzca de la noche a la mañana, usted puede empezar ahora, asistiendo a la reunión de este Domingo a las 12pm (también a las 8:30am) en la Iglesia Universal en Finsbury Park. Invite a su familia para unirse a usted, ya que estaremos orando por ellos. No se olvide de traer su Biblia y una botella de agua para que sea bendecida en la reunión.