Ayer, en su Iglesia Universal más cercana comenzó la Semana de la Sanación del Alma.
El dolor se puede encontrar en el alma de una persona que no trata su problema desde la raíz, por lo que se animó a los asistentes a usar su fe al derramar su dolor a Dios, a Aquel que puede ayudar a sanar y restaurar.
La oración de Ana en la Biblia (1 Samuel 2:1-10) se usó como un ejemplo de alguien que entregó su dolor a Dios. A través de su oración sincera, Dios pudo sanar su dolor y, en consecuencia, responder a su pedido por fe.
Los asistentes hicieron una oración sincera a Dios, tal como lo había hecho Ana, para entregar su dolor a Dios en oración. Es posible que su respuesta a su oración no haya llegado instantáneamente, pero el sentimiento de tristeza que Dios puede eliminar.
Por lo tanto, se anima a los asistentes a asistir al menos a tres reuniones durante esta semana para que se produzca la sanación interior. Todos sabemos que una palabra puede marcar la diferencia, así que deje que la palabra de Dios marque la diferencia en su vida y conduzca a la sanidad total de su alma.