Mire sus piernas o brazos, la mayoría de nosotros tenemos una cicatriz de una caída, una quemadura, una cicatriz de cirugía, etc… la lista es casi interminable. Ahora, esas heridas han sanado, dejándonos con cicatrices visibles, y aunque podemos ver esas cicatrices, no son dolorosas, son solo un recordatorio de ese accidente que ocurrió, a veces dándonos una historia divertida o interesante para compartir.
Pero esas son heridas y cicatrices físicas. Si hablamos de heridas emocionales es diferente porque, a veces, aunque pase el tiempo, una herida emocional puede que nunca sane del todo si no se trata de la manera adecuada.
Por ejemplo, a algunas personas les resulta muy difícil superar una relación pasada, independientemente de cuánto lo intenten o de cuántos años hayan pasado. Tal vez está herido por algo que le dijo un familiar y no ha podido superarlo.
En los próximos días, anunciaremos un nuevo evento para ayudarlo a sanar sus cicatrices emocionales, mientras tanto, puede llamarnos a nuestra línea de atención disponible las 24 horas 020 7686 6048, donde se le brindará asesoramiento espiritual y práctico sobre cómo iniciar su proceso de sanación.
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