El sábado, 12 de junio, Dinamarca y Finlandia jugaron en el campeonato Europeo de la UEFA y algo horrible aconteció. El centrocampista danés de 29 años Christian Eriksen se desmayó durante el juego. Por algunos minutos todos temieron lo peor, que él hubiera muerto. Desafortunadamente, así fue. Su corazón se paró. Más tarde el médico del equipo, el Dr. Morten Boesen, confirmó lo siguiente: “Se había ido. Le hicimos una reanimación cardíaca, fue un paro cardíaco. ¿Qué tan cerca estuvimos de perderlo? No lo sé, pero lo recuperamos después de un desafío [desfibrilación], fue bastante rápido.”
Cuando todo sucedió, el mundo entero se unió en oración por la recuperación del jugador. Varios artículos publicaron que varias personas twiteaban oraciones simultáneamente mientras Christian yacía en el campo, siendo atendido por el equipo médico.
Con este acontecimiento, vemos que siempre tenemos que estar conscientes de dos cosas: primero que debemos estar preparados para dejar el mundo en cualquier momento. Seguramente, la última cosa que pasaba por la mente de Eriksen cuando caminaba hacia el campo, era que él casi perdería de la vida, sin embargo, fue lo que aconteció en aquel día. Segundo, que la bondad de Dios es tan grande que cuando alguien clama por Su nombre, independientemente de quien sea, Él responde.
Pero no necesitamos que el problema llame a nuestra puerta para clamar a Dios. Podemos invocarle en cualquier momento, pues Él nos puede librar de cualquier situación, incluso más que eso, ¡EL NOS QUIERE LIBRAR! Sin embargo, su mayor interés es salvar nuestra alma y no apenas nuestro cuerpo.
La Biblia dice: ‘’invócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú me honrarás’’ (Salmos 50:15). Aunque usted piense: ‘’ Pero yo ni si quiera sé cómo debo orar…’’ dé el primer paso, después, las palabras surgirán en su boca.
Tal vez usted esté en el fondo del pozo debido a un problema. Clame a Dios y Él vendrá a su socorro. Usted puede pensar que no merece Su ayuda, pero cuando invocamos Su nombre, Él nos responde, pues a través de Su nombre nosotros tenemos acceso a Su trono, Él le ayudará, Dios prometió que lo haría y Dios siempre cumple Su palabra.
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