por todo el mundo,
El obispo Álvaro, junto con otros obispos, viajó durante muchas horas a Arabia Saudita para presentar las peticiones de oración presentadas por los participantes en la Hoguera Santa a finales del año pasado. Aquí comparte algunos detalles sobre su viaje y las oraciones que hizo por la iglesia, que también sirvieron para renovar su propia fe.
Uno de los principales lugares que destacó para el obispo Álvaro fue el Mar Rojo. Después de cruzar las aguas cuando huían del faraón, el pueblo de Israel llegó a un área de laderas empinadas y cimas de montañas, pero fueron guiados a pasar mediante un único sendero estrecho. Allí, una corriente fluye a un lado, cuyas aguas son amargas y no potables, de acuerdo con el versículo de la Biblia donde Moisés arrojó una rama a una corriente similar, si no la misma, y se hizo dulce (Éxodo 15:22).
Ese fue solo un ejemplo de las cosas que presenció, pero todo fue increíble.
A continuación muestra algunas de las fotos tomadas por el propio Obispo Álvaro, con sus comentarios.
La cima ennegrecida del monte Sinaí
(Éxodo 24:17)
‘El camino aquí es completamente rocoso, y nos resultó muy difícil caminar. Llevamos las peticiones de las personas y las fotografías de todos los pastores del UCKG del Reino Unido, y oramos por la iglesia que está por todo el mundo.
Las 12 columnas
(Éxodo 24:4)
Las peticiones se colocaron sobre lo que queda de estas columnas. Hicimos una oración sobre ellas. Hay doce rocas allí que fueron construidas en la época de Moisés. Hemos elegido este lugar para interceder por la Iglesia Universal de todo el mundo. Nos quedamos de rodillas durante bastante tiempo, orando por los miembros, obreros, pastores y obispos.”
El altar del becerro de oro
(Éxodo 32: 4)
“Cuando ves esta roca, te puede parecer bastante pequeña. Pero una vez allí ves la realidad de lo gigantesco que es el altar que se construyó.”
La roca partida, donde brotó agua
(Éxodo 17: 6).
“Esta roca es tan grande como un edificio. Toda el área está seca, un desierto total. Esta es la roca que golpeó Moisés y de ella brotó agua para saciar la sed del pueblo de Israel. Aquí me puse muy feliz porque Dios le había dicho a Moisés: “He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb”. Sabía que Dios había estado allí con Moisés. Increíble.”
El pozo de Moisés
(Éxodo 2:15).
“Hablé con los beduinos de la zona que me dijeron que su padre les había contado que su padre y demás, que Moisés y Jetro habían estado allí. Hablan sobre los sucesos de la Biblia entre ellos y la transmiten de generación en generación.”
El mar Rojo
(Éxodo 15: 4).
Nuestros guías nos contaron que Israel cruzó el mar en diagonal. Podemos ver las montañas en el fondo, donde está Egipto, al otro lado. Después de cruzar, llegaron al camino del que hablé antes.”
Elim (palmeras y manantiales de agua)
(Éxodo 15:27).
“En medio del desierto encontrarás este oasis. El agua sale del suelo.”
“Durante todo el viaje la Biblia recobró vida. He estado en Israel, pero ni siquiera allí conseguí ver lo que vi en Arabia Saudita. Es emocionante saber que todo lo que vimos está escrito en la Biblia, para que todos lo vean”, concluyó el obispo Álvaro.
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