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El sábado, 8 de julio, Rio de Janeiro, barrio de Méier. En la plaza principal, el silencio y la reverencia eran las mismas que frecuentan el Templo de Salomón. una reunión especial con el Obispo Edir Macedo en la glorieta de Méier, 40 años después.
Con pasos firmes, el Obispo se dirigió al lugar, saludando a los allí presentes, reconociendo a personas que son “platas de casa”, o sea, aquellas que están en la Universal desde el principio. La alegría por estar allí era notoria, tanto en el líder de la Universal como en cada participante que mostraba una gran sonrisa en su rostro.
Al subir al quiosco, el Obispo agradeció a Dios por el privilegio de ser uno de Sus escogidos y poder llevar la luz de la palabra de fe a los que viven bajo la sombra de la muerte. Después de la oración, él recordó que, en el pasado, aquel lugar tenía un olor desagradable y lo ocupaba los más despreciados por la sociedad. Le contó a más de 6 mil personas allí presentes como comenzó todo, acordándose de las dificultades enfrentadas y lo que él experimentó de aquella, resaltando que fueron exactamente esas dificultades las que cooperaron para que la luz de Dios se manifestase en la vida de él para que, así, surgiese la Universal.
“Yo no comencé en este lugar guiado por una ambición personal, había más de 8 años que quería servir a Dios, pero nadie creía en mí, nadie, solo mi madre, mi esposa y, obviamente, el propio Dios. En mi época, en este lugar, se reunían los más infelices de la vida, y fue hasta aquí que el Espíritu de Dios nos trajo, y porque fue un deseo de ayudar a las personas, eso se multiplicó. Cuando comenzamos, veníamos en un escarabajo. Comenzamos en el medio de la suciedad, porque así es el Evangelio del Señor Jesús. La biblia dice que el pueblo que yacía en las tinieblas y bajo la sombra de la muerte vio una luz grande. Y la luz se vuelve más evidente cuanto mayor sean las tinieblas. Cuanto mayor sea el problema, mayor es la luz de Dios, más evidente es el poder de Dios, para que no se quede en la dependencia de su propia fuerza.” Destacó.
Y siguió: “Hoy estamos aquí en este quiosco, que parece más bien un quiosco de fiesta, pero en mi época me gustaría que hubierais visto con vuestros propios ojos lo que pasó hace 40 años. Aquí encontramos personas sucias, inmundas, hediondas, personas que eran indeseables, pero fue aquí, en este lugar yermo, difícil, oscuro y excluido que la luz del evangelio brilló e hizo lo que hizo” enfatizó el Obispo.
El Obispo se aseguró de mencionar que aquellos que realmente tienen el Espíritu de Dios son los que se preocupan con los sufridos más que con su propia vida. “Si quieres ser esa persona usada por Dios, a partir de ahora, no pienses en ti mismo, pero piensa en hacer aquellos que Dios quiere hacer: extiende las manos hacia los desesperados. Más que nunca, la necesidad se multiplica por la situación en que vive Brasil, en este momento cruel, necesitamos a personas valientes, que piensen en su prójimo” concluyó.
Para finalizar el encuentro especial, el Obispo oró por los que querían ser usados por Dios y bendijo a todos.
La reunión duró un poco más de 50 minutos, pero, con certeza, quedará marcada en la vida de todos los que participaron, tanto en los presentes, como los que asistieron a la transmisión en vivo, por youtube, Univer o por el canal 21.
Comprueba cómo fue la reunión:
Acerca de la iglesia Universal
La iglesia Universal del Reino de Dios fue fundada por el Obispo Edir Macedo, el 9 de julio de 1977.
Actualmente, la iglesia Universal tiene 7 millones de fieles en Brasil. Y en el resto del mundo son cerca de 2 millones de seguidores en más de 110 países, donde la iglesia está instalada formalmente, esparcidos por todos los continentes.
Hay 7,157 templos y catedrales en Brasil, en todas las capitales y en casi todos los municipios de los 26 estados y del Distrito federal. En el exterior, hay más de 2,857 iglesias.
El cuerpo eclesiástico de la Universal está formado por cerca de 240 obispos y 10,000 pastores en Brasil, aparte de 80 obispos y casi 4,000 pastores en el exterior.
Una investigación inaudita realizada en el 2016 especifica que, anualmente, los programas sociales que ofrece la Universal atienden a más de 3,4 millones de brasileros carentes o marginados.
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