de una manera más eficaz, mucho más felices, qué significa esto,
Cuando eras un niño y algo te hacía llorar, tu experiencia probablemente era la siguiente:
Si eras un niño: llorabas, te dirigísa a tu padre o madre esperando un consuelo, y oías algo como: “¡Deja de llorar, muchacho! ¡Eres un hombre! El hombre no llora.”
Si eras una niña: llorabas, te dirigías a tu padre o madre, esperando un consuelo, y oías algo como: “Ah, hija mía, ¿qué fue lo que pasó? Ven aquí, cuéntame lo que sucedió…” Mientras recibías un cálido abrazo, una caricia en la cabeza, y un cómodo hombro para que lloraras hasta la última lágrima.
Ahora sois adultos y estáis casados. Pero lo que quizás no sepáis es que aquel niño aún está dentro de ti. ¿Y qué significa esto para tu matrimonio?
Si eres un hombre: Tu mujer está triste, molesta, estresada por algo. Viene a ti queriendo desahogarse, esperando encontrar un hombro amigo. ¿Y qué es lo que le das? El mismo trato chocante que recibías de tus padres cuando eras un niño y, lo peor: la condenas por ser débil.
Si eres mujer: Tu marido está molesto por algo, estresado. Queriendo ayudarlo, le brindas el trato que recibías cuando eras niña: “Amor, ¿qué pasó? ¿algo malo? ¡Háblame!” Pero él te da la clásica respuesta: “Nada, está todo bien” Y tú te sientes aislada de su mundo.
¿Todavía os preguntáis por qué los hombres y las mujeres no se entienden? La solución comienza cuando reconoces estas diferencias entre los sexos. Aprende a comunicarte de una manera más eficaz con tu compañero.
Hombre, puedes hacer más el papel de padre cuando tu mujer tenga sus berrinches. “Ven aquí deja que te dé un abrazo… Todo va a salir bien”
Mujer, puedes aprender a darle más espacio a tu marido, entiende que él aprendió a consolarse solo desde niño. Exhibir sus sentimientos, lo ve como una debilidad.
Las parejas que entienden esto y hacen las debidas compensaciones, son mucho más felices.
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