la fe natural, La Palabra de Dios, para vivir una vida extraordinaria, relación con Dios,
‘En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.… Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.’ (Juan 1:1-3)
En el pasaje de arriba, la Palabra se refiere a Jesús. Él estaba con Dios en el principio del tiempo y fue a través de la Palabra que Dios creo el mundo y todo lo que hay en el.
Hay muchas personas que no tienen ni idea del poder incalculable de las palabras, lo cual es la razón por la que las personas tienden a decir cosas que acaban maldiciéndose a ellos mismos o a los demás. No tienen ni idea de lo poderosas que son sus palabras, pero ahora, imagínate lo poderosa que es la Palabra de Dios.
Aprendemos en Romanos 10:17 que la FE viene de escuchar la palabra de Dios. Entonces, tal y como leemos arriba, la palabra de Dios genera FE en nosotros.
Jesús una vez le habló a los escribas y a los fariseos acerca de la FE, cuando les dijo que, ‘diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe.’ (Mateo 23:23) ) Y es justo en este versículo que podemos encontrar la Santa Trinidad:
El Padre – Justicia
El Hijo – Misericordia
El Espíritu Santo – Fe
Esto puede concluir que es del Hijo (Jesús) que viene el Espíritu Santo; en otras palabras, Jesús (la Palabra) genera FE (el Espíritu Santo). Sin embargo, esta FE no se refiere a la fe natural, sino a la sobrenatural.
Cuando una persona recibe el Espíritu Santo, recibe el mismo poder que se utilizó en el principio del tiempo para crear la palabra. O sea, el poder de la creación. Este poder es tan maravilloso que nuestras palabras, literalmente, comienzan a tener el mismo efecto que las palabras dichas por Dios.
Una persona que tiene este poder es capaz de crear lo que sea que necesite en su vida, incluyendo la sanación, la prosperidad financiera, alegría, paz, libre de la depresión y ansiedad, unidad familiar y mucho más.
Cuando una persona vive una vida ordinaria, es porque solo tiene la fe ordinaria; sin embargo, para vivir una vida extraordinaria, una persona debe tener una Fe sobrenatural.
Si una persona no ha recibido esta Fe Sobrenatural, es porque hay una falta de compromiso con Dios. Solo hay un compromiso cuando hay fe, la fe ordinaria. Por ejemplo, cuando un hombre se casa con una mujer es porque él tiene fe en ella, tiene fe de que la relación va a funcionar; por lo tanto, él se casa con ella para demostrar que tiene un compromiso con ella.
Es exactamente lo mismo a tener una relación con Dios. Cuando decidimos, de todo corazón, que queremos a Dios, nos comprometemos con Él al comprometernos con Su palabra. Después, al continuar en Su palabra, recibimos el Espíritu Santo, es ahí cuando recibimos esta Fe Sobrenatural.
¿Quieres este poder de creación que puede cambiar tu vida? Ahora sabes lo que tienes que hacer.
Que Dios te bendiga
Obispo Randal Brito
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