fantasías e ilusiones, La verdad absoluta, Reino de Dios,
“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8:32)
La verdad puede causar un impacto tanto positivo como negativo.
A veces, la revelación de la verdad es desagradable, pero tiene que ser revelada.
Jesús confirma que sabiendo la verdad, seremos libres – de las mentiras del diablo y de las fantasías e ilusiones.
Hay personas que preferirían que no les dijeras la verdad si es preocupante. Pero siempre y cuando sepas la verdad, ¿Cómo puedes escaparte de las mentiras en las que has vivido?
“Pilato le preguntó: ¿Qué es la verdad?. Y habiendo dicho esto, salió otra vez adonde estaban los judíos y les dijo: Yo no encuentro ningún delito en Él.’” (Juan 18:38)
Muchas personas no pueden creer en la posibilidad de una verdad absoluta. Tienen su propia verdad y respetan las “verdades” de los demás. Entienden que la “verdad” es el resultado de algo. Tu plantas y lo que sea que coseches es la “verdad”. Esta es la razón por la que vivimos en un mundo rebelde.
La verdad absoluta determina la diferencia entre lo que es correcto y lo que no. Si todos tuvieran su propia “verdad”, entonces ¿qué dirección o referencia hay en la vida? La verdad absoluta conlleva orientación. Cuando basamos nuestras vidas en esta verdad, entonces siempre serás consciente de lo que estás haciendo, tendrás discernimiento.
Es por eso que el Reino de Dios es disciplinado.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.’” (Juan 14:6)
¡Jesús es la verdad absoluta! Aferrarse a Él trae consigo la libertad. Es como una luz que se enciende y la oscuridad deja de existir.
El mundo es de la manera que es porque hay muchas “verdades” que no son verdad. La Palabra de Dios es el conocimiento de la verdad. Es tu sistema de navegación espiritual.
Obispo Randal Brito
bishop@uckg.org
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