de la misma manera, no puede entender, ojos de Dios, voluntad de Dios,
En el sermón de la montaña, Jesús dijo que quien pide recibirá, quien busca hallará, y quien llame se le abrirá la puerta (Mateo 7:7,8). Pero como cualquier otro versículo de la Biblia, debemos entender el contexto. Jesús continua diciendo que Dios no dejará de dar a Sus hijos cosas buenas (Versículo 11). Entonces, esta es una de las condiciones de la promesa que dice, “pide y se os dará”: lo que pedimos deber ser bueno a los ojos de Dios.”
Dios dará cosas que beneficien a Sus hijos; Él no nos daría cosas malas o dañinas, no importa cuánto se lo pidamos. El mejor ejemplo de algo bueno es el Espíritu Santo, según Lucas 11.13. Podemos ver un propósito de oración de doble función: para aumentar nuestro entendimiento a lo que Dios llama “bueno” y para cultivar un deseo en nosotros por lo que es bueno.
Si un niño pide algo que su padre sabe que es dañino, el pedido será rechazado. El niño puede que se desilusione y se ponga triste por no recibir lo que pidió pero debería confiar en su padre. De la misma manera, cuando un niño pide algo que el padre sabe que es bueno, el padre se lo dará felizmente porque ama a su hijo.
La segunda condición de la promesa de “pedir y recibir” se menciona en Juan 14.14: “Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.” Aquí, Jesús no promete que le dará a Sus discípulos cualquier cosa y todo lo que quieran, más bien, les enseña cómo pedir “en Mi Nombre”. Orar en el nombre de Jesús es orar basándose en la autoridad de Jesús, pero también significa orar de acuerdo con la voluntad de Dios, puesto que Jesús siempre hizo la voluntad de Dios (Juan 6.38).
La verdad se ve claramente en 1 Juan 5.14: “Y esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, Él nos oye.” Nuestros pedidos deben ser consistentes según la voluntad de Dios. La promesa de “pedir y recibir”, incluso con sus condiciones, nunca nos decepcionará. Las cosas que necesitamos, con certeza, son la voluntad de Dios. Él promete suplir todo lo que necesitamos cuando “buscamos primero Su reino y Su justicia” (Mateo 6.33)
POR SUPUESTO, LO QUE QUEREMOS NO ES SIEMPRE LO QUE NECESITAMOS. Dios sabe lo que es bueno para nosotros y es fiel y cariñoso para con nosotros cuando nos dice que no a las oraciones egoístas y necias, no importa cuánto queremos lo que pedimos.
Dios siempre nos dará cosas buenas. Nuestro trabajo es entender lo que es bueno, para que sepamos lo que debemos pedir. La mente, por naturaleza propia, no puede entender esto, pero, cuando presentamos nuestros cuerpo como sacrificio vivo y santo, y nos transformamos mediante la renovación de nuestras mente, entonces “podremos verificar cuál es la voluntad de Dios, lo que bueno, aceptable y perfecto.” (Romanos 12:1, 2).
Que Dios te bendiga.
Obispo Randal Brito
bishop@uckg.org
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