altar de vida, hablar con Dios,
Es muy común que la gente se queje, reclame y le entreguen a Dios sus preocupaciones debido a la vida sufrida que llevan. En algunos casos ni siquiera hacen eso porque lo culpan de su sufrimiento, destrucción y esclavitud. Y después hacen preguntas como: “¿Dónde estaba Dios cuando los Israelitas estaban esclavizados en Egipto durante 430 años?”
Pues bien, ¡Hoy El nos cuenta Sus preocupaciones! Después de todo, nuestro Señor también tiene el derecho de hacer eso. Comienza así:
“Cuanto más los llamaban los profetas, tanto más se alejaban de ellos; seguían sacrificando a los Baales y quemando incienso a los ídolos…” Oseas 11.2.
En otras palabras, les mostré un altar de vida e insistieron en poner su fe en el altar de la oscuridad y de la decepción. “¿DE QUIEN ES LA CULPA?”.
Le llevó a Dios cuatro siglos en responder a esas personas porque les llevó a ellos todo ese tiempo en responder a Su llamado:
“Oye, pueblo mío, y te amonestaré. ¡Oh Israel, si tú me oyeras! No haya en ti dios ajeno, ni adores a dios extranjero. Yo, el Señor, soy tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto; abre bien tu boca y la llenaré. Pero mi pueblo no escuchó mi voz; Israel no me obedeció. Por eso los entregué a la dureza de su corazón, para que anduvieran en sus propias intrigas. ¡Oh, si mi pueblo me oyera, si Israel anduviera en mis caminos! En un momento yo subyugaría a sus enemigos y volvería mi mano contra sus adversarios. Los que aborrecen al Señor le fingirían obediencia, y el tiempo de su castigo sería para siempre.Pero yo te alimentaría con lo mejor del trigo, y con miel de la peña te saciaría.” Salmos 81.8-16.
En resumen, una persona nunca será infeliz ni sufrirá porque sea envidiada, ni perseguida, ni porque sus problemas o enemigos sean demasiado fuertes. Cuando Dios hace Su obra, ¿Quién la puede bloquear o revertirla? sean demasiado fuertes. Cuando Dios hace Su obra, ¿Quién la puede bloquear o revertirla? Voy a concluir con una pregunta que me hicieron recientemente: ¿Cuándo no voy a necesitar hablar con Dios más de una vez acerca de lo que quiero?”
“Cuando El no tenga que hablar contigo más de una vez para que lo obedezcas.”
¡Que Dios te bendiga en abundancia!
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