El espíritu del pecado,
Las personas que viven en el pecado están sepultadas y no lo saben.
Espiritualmente y literalmente están muertas.
No importa la fe o la religión profesada, si es esclava del pecado, ya está muerta.
Eso explica el por qué de tanta infelicidad humana.
El espíritu del pecado las mantiene rehenes de su ceguera, orgullo y vanidad.
Como a rebaños que son conducidos al Seol, la muerte los pastoreará, y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada. Salmo 49:14
Pero, el Grito del Eterno continúa resonando por los cuatro rincones de la Tierra:
Sabréis que Yo soy el SEÑOR, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo Mío. Ezequiel 37:13
Él abre la sepultura de los que oyen y responden a Su Voz, a Su Orden, a Su Palabra…
Y entonces sabrán que Él es el SEÑOR.
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