salir de una relación, tu propio corazón, tú también puedes,
Es muy común oír a alguien decir: “Yo no elegí enamorarme de él, simplemente sucedió.” Y con ese argumento, la persona hace que le sea imposible salir de una relación que le hace daño, no puede ver lo que está bien delante de su nariz y acaba sintiéndose la víctima cuando todo se acaba y después le toca escuchar de todos “¡Ya te avisé que él no era para ti!”
Yo no estoy nada de acuerdo con esa teoría de que no tuvo elección. Desde que tengo uso de razón como mujer y trabajo con otras mujeres, una cosa es cierta: la mujer es mucho más despierta y espabilada de lo que ella cree. Nosotras fuimos creadas con algo semejante al sexto sentido, y creo que Dios ya nos hizo así justamente para auxiliar al hombre, que es tan racional, pero que deja a desear detalles importantes. ¡Lo que para nosotras es un talento! Somos detallistas y debemos estar orgullosas de eso, tenemos un papel altamente importante en la sociedad. Sabemos exactamente lo que acontece a nuestro alrededor y decidimos qué hacer con cada detalle, aunque éste esté disfrazado. Por eso yo digo…
La pasión no nos controla, y sí decidimos dejarnos llevar por una pasión.
Cuando aquel muchacho se acercó a ti, sabías que él te iba a hacer daño, y aún así te dejaste camelar. Te gustó la atención que él te daba y la aceptaste de buen gusto. Todos las otras señales que estaban alertándote sobre el error que ibas a cometer, tarde o temprano yendo a aquella velocidad, decidiste ignorarlas.
¡Analiza cuántas veces decidiste algo acerca de aquella relación! ¿Será que entonces puedes considerarte una víctima? ¡Sólo si fuera acerca de ti misma!
Eso es lo que mucha gente no consigue darse cuenta… Quien está planeando una decepción para más adelante no es aquel muchacho (que haría eso con cualquiera otra mujer), y sí tu propio corazón. Él sí, es el que te lleva a esa ceguera. Él es tan engañoso que no podemos ni confiar en nosotros mismas.
Por eso yo me desvío del mal, pues sé que dentro de mí hay un corazón que quiere hacerme daño y que intentará engañarme como sea. ¿Ya pensaste en lo que sucede si le das rienda suelta a sus sugerencias? Pero es eso lo que muchas hacen cuando aceptan aquella amistad ‘inocente’ en el Facebook; cuando acepta intercambiar su número de móvil con chicos que ni la conocen; cuando trata de estar cerca de esos lobos a toda costa. Ellas están prácticamente implorando para que sus corazones les den disgustos.
Yo elijo mis amistades sí. Yo elijo todo – desde las noticias que yo voy a leer hasta los amigos que acepto en mi Face. Me gusta ser bien selectiva con mi tiempo también, pues lo considero extremadamente valioso. Y en esta rutina básica, consigo con facilidad tomar decisiones correctas, pues mi corazón corrupto está constantemente preso en la jaula de mi espíritu.
Ya puedo hasta oír a alguien decir “Ah, pero es fácil para ti hacer eso, ya estás casada, ¡no pasas por esa carencia que yo siento!” Aquí te va una buena nueva: Yo ya era así incluso antes de conocer a mi marido. Eso quiere decir que si yo pude vivir sin la atención masculina un día, para guardarme del mal, tú también puedes. El problema es… ¿Será que tú quieres?
Cristiane Cardoso
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