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Día 2 – Desafío de los 40 días

conquistar cosas grandes, Pídele a Dios, presencia de Dios,

mesnanda-inLlega un tiempo en el que tienes que decidir qué vas a hacer de tu vida. Mis padres querían que fuese médico, pero a mí me encantaba enseñar. Para ser médico tienes que sacrificar muchos años de estudio. La gente que va a la escuela de medicina no puede salir ni divertirse. Yo fui e hice el examen para ver si entraba en la escuela de medicina, pero no quería sacrificar. No había estudiado, por lo tanto no pasé.

Si quieres conquistar cosas grandes, siempre se exige sacrificio. Y con Dios no es diferente. Hay varios tipos de sacrificio; espiritual, físico y financiero y tenemos que pasar por todos ellos. Tenemos que demostrarle a Dios que nuestro corazón no está en nada más que en El.

Pero también hay un tipo de sacrificio espiritual, y es uno que a nadie le gusta hacer, pero tienes que hacerlo. Para que te llenes de la presencia de Dios, tienes que tirar las cosas feas de tu vida. Cada vez que decidas echar esas cosas feas fuera, le estás dando espacio a Dios para que El ponga un poco de Sí mimo en ti.

Yo era el tipo de persona que, si la gente me decía algo malo de mi misma, salía con la excusa de que esa era quien yo era. ‘¿Por qué quieres que cambie?’ Solía decir. Y es interesante porque cuantos más guardes estas cosas en tu interior y te convenzas de que esa es quien tú eres, ¿Cómo puede Dios entrar en tu interior?

Y es ahí donde viene el sacrificio. Es el sacrifico de ser humilde y aceptar que necesitas cambiar. Muchas veces Dios te muestra cosas que no son buenas, pero sigues insistiendo en que tú eres así. No puedes tener más de Dios en ti de esta manera. Cuantos más deseos, costumbres e ideas propias tengas, menos tendrás de Dios.

Cuando te entregues, te humilles y aceptes corrección, cuando tengas problemas deberías analizarte a ti misma y preguntarte por qué Dios está permitiendo que eso ocurra. ¿Qué es lo que te quiere enseñar?

Tienes que reconocer lo que se te dice y dejar de lado tus propias ideas, porque siempre pensamos que somos tan buenas. Siempre pensamos que sabemos mucho y que no necesitamos cambiar. Pero Dios permite que estas cosas nos ocurran, para que veamos nuestros errores y lo que tenemos que cambiar. Tenemos que vigilar.

Cuando le gente te dice algo de ti misma, no te vuelvas en contra de ellos. Mírate a ti misma. Pídele a Dios que te ayude a ver y a entender, porque ahora mismo no lo puedes ver. Cuanta más ayuda busques de Dios, mas echarás fuera todas esas cosas de tu interior, y significa que estás comenzando a tener más de Dios y menos de ti misma. Y te conviertes en una mujer bella.

Nanda Bezerra
nandabezerra.com./es

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