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Cuarentena – Dia 7

entendiese y aprendiese con aquella situación, hablar con libertad, Reino de Dios, su propia vida, tiempo necesario para que entiendas,

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“Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de su tardanza en el templo.Pero cuando salió, no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había visto una visión en el templo; y él les hablaba por señas, y permanecía mudo.Y cuando se cumplieron los días de su servicio sacerdotal, regresó a su casa.” (Lc.1:21-23)

Mientras Zacarías estaba en el Santuario, el pueblo esperaba a la expectativa en la parte de afuera. Y ellos no solo admiraban al sacerdote, sino que también mostraban su preocupación…

Todos los que creen en Jesús y sacrifican su propia vida son sacerdotes, y las personas que están a nuestro alrededor, representan el pueblo, y se quedan también a la expectativa de una respuesta; de una palabra, de una actitud diferente…

Pero, cuando Zacarías salió… permaneció mudo.

Cuando no se cree en el ángel enviado por Dios, en la Palabra, lo que ocurre es el silencio total, y ni siquiera por signos lo entenderán…

Por causa de la duda nos quedamos “mudos” incluso delante de dificultades para las cuales tendríamos respuestas.

Por ejemplo, quien guarda rencor, termina creando en sí una mala consciencia la cual no le permite hablar con libertad y osadía. ¿Por qué? Porque reserva malos sentimientos y, en lugar de combatirlos, continua alimentándolos por la falta de la práctica de la fe inteligente.

Dios podría haber censurado totalmente la bendición de Zacarías, negándole el resultado de la promesa. Pero, no lo hizo. Y, ¿por qué?

Porque él expuso su duda a Dios; reveló lo que había en su interior…

Cuando haces a Dios participe de tus problemas, ¡Él es paciente contigo! Él espera el tiempo necesario, para que entiendas…

Zacarías era muy cobrado por parte del pueblo, por ser sacerdote, pero aún así, tuvo que pagar el precio… Y no porque Dios le deseaba el mal. Sino porque si él continuase hablando; la “charla” jamás habría terminado. Fue para que entendiese y aprendiese con aquella situación.

Cuando tenemos mucho que hablar, paramos poco para pensar y analizar nuestra vida.

El propio Dios permitió su mudez para que mirase su interior.

“…Y cuando se cumplieron los días de su servicio sacerdotal, regresó a su casa.”

Después de la conversación con el ángel, si Zacarías fuese una mujer con certeza estaría ansiosa para llegar a casa, estar con su marido y, finalmente, tener el hijo deseado, después de tantos años. Pero, ¿qué sucedió?

Zacarías tuvo que esperar a que se cumpliera el tiempo de su ministerio en aquel lugar.

Dios habla con nosotros en medio de este tiempo, concedido por Él… Es a está altura que podemos parar; evaluar, analizar nuestro interior y, así si, poner la fe inteligente en práctica.

Así debemos comportarnos delante de las adversidades de la vida…

Las cosas no siempre ocurren a nuestra “manera” y es precisamente aquí que entra la obediencia.

Nosotros somos naturalmente indisciplinados, pero el Reino de Dios se basa en la disciplina; cada cosa tiene su tiempo determinado…

Entonces amiga, piensa… aprovecha cada día la Cuarentena, porque el tiempo está pasando. El Año Nuevo ya llegó. Y,… ¿vas a cargar la vieja vida durante el 2013?

¿Qué has planeado?

Aprovecha para hablar con Dios, y, cuando lo hagas, ¡hazlo de forma racional!

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