el mismo nivel, este mundo vil, frutos de los árboles del Paraíso, la presencia de Dios,
Ha sido muy difícil para las personas sin discernimiento espiritual entender el significado de los diezmos y las ofrendas.
¿Por qué el SEÑOR considera que es un robo cuando no se devuelven los diezmos?
Por qué los diezmos son Su propiedad exclusiva.
Inmediatamente después de haber comido del fruto del árbol de la vida, Adán y Eva fueron expulsados de la presencia de Dios.
Tenían derecho y acceso a todos los frutos de los árboles del Paraíso.
A pesar de eso prefirieron desobedecer la Palabra Divina.
¿Por qué estaba prohibido tocar en el fruto del árbol de la vida?
Porque era la primicia de Dios – el diezmo.
“Y David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas.” 1 Crónicas 13:8
Había una gran fiesta por la llegada del Arca de la Alianza.
Los bueyes venían empujando la carroza con ella encima.
En un determinado lugar, ellos tropezaron.
Intentando impedir la caída del Arca, Uza extendió la mano y la sostuvo.
“Y el furor del SEÑOR se encendió contra Uza, y lo hirió, porque había extendido su mano al Arca; y murió allí delante de Dios.” 1 Crónicas 13:7-11
No estaba permitido a nadie tocar el Arca, excepto a los sacerdotes.
Tocar las cosas sagradas es falta de temor y de respeto al Señor.
Significa colocarse en el mismo nivel del Altísimo.
Tocar el diezmo significa provocar la ira del Señor.
Es como tocar el Arca de la Alianza.
Debido a eso, el Señor Dios considera ladrón a los que tocan en Sus primicias.
¿Quién se atreve a tocar un “despacho” hecho en una “encrucijada”?
Nadie.
¿Por qué?
Porque se siente pavor de ser castigado por las entidades.
Entonces, si existe temor hacia las cosas consagradas a los espíritus, ¡imagínese con las cosas consagradas al Todopoderoso!
¿Qué bebedor de cachaza es capaz de tomar una gota sin antes darle el primer trago al “santo”?
¿Por qué?
Porque le teme al “santo”, respeta al “santo”…
En realidad, no quiere de ningún modo, desagradar al “santo”.
En este mundo vil, los hijos de las tinieblas tienen más respeto al diablo que a Dios.
Esa es la razón por la cual la maldición anda suelta en este mundo.
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