En un mundo cada vez más influenciado por influencers en redes sociales, es fácil dejarse llevar por las últimas tendencias, opiniones y estilos de vida que inundan nuestros feeds. Los influencers a menudo pueden moldear nuestras percepciones, elecciones y deseos. Las experiencias pasadas, especialmente las negativas, pueden aumentar la probabilidad de que alguien sea influenciado, haciéndole percibir las vidas y opiniones de los demás como mejores que su propia realidad.
Hoy en día, con una simple publicación, un influencer puede llegar a millones de personas, impactando no solo los productos y servicios que consumen, sino también su visión del mundo. Basta con una foto, un video o un mensaje para que un desconocido entre en nuestra vida diaria, ocupe nuestro tiempo y, de alguna manera, se apodere de nuestros pensamientos mientras navegamos por nuestros teléfonos y absorbemos sus ideologías, transformándonos a nosotros mismos a partir de fragmentos que decide compartir de su vida.
Investigadores de la Universidad de Strathclyde (Reino Unido), la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) y la Universidad de Iowa (Estados Unidos) descubrieron que las personas que se comparan estéticamente con las selfies de otros pueden experimentar sentimientos negativos y decepción con su propia apariencia. En estos casos, los influencers pueden socavar involuntariamente la autoestima de sus seguidores.
Todo tiene sus aspectos positivos y negativos, y uno de los riesgos importantes de seguir a otros es enaltecerlos hasta el punto de permitirles tomar decisiones por nosotros. Esto puede llevarnos a desconectarnos de nuestro verdadero yo, valores e ideas.
Solo hay un influencer en quien podemos confiar y seguir sin correr estos riesgos: el Señor Jesús. Él es la influencia más importante que podemos tener en nuestras vidas, inspirándonos a creer en nosotros mismos y en los logros que podemos alcanzar mediante la fe en Él. Él nos instruye y nos anima a ser mejores personas en todos los sentidos.
A través de sus enseñanzas, acciones y amor sacrificatorio, Jesús nos brinda el ejemplo definitivo de cómo vivir. A diferencia del impacto fugaz de los influencers actuales, su influencia es eterna. Cuando permitimos que Jesús sea la influencia principal en nuestras vidas, nos transformamos desde dentro. Ya no buscamos la aprobación temporal ni el éxito mundano, sino que vivimos para su gloria.
Todos los miércoles y domingos, tenemos reuniones dedicadas a fortalecer nuestra relación con el Altísimo, así como a aprender más sobre Él y a alinear nuestras vidas con sus enseñanzas para alcanzar una vida bendecida en todos los aspectos. Haz clic aquí para ver nuestro horario completo y únete a nosotros en la Iglesia Universal en español.
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