familia

Crecí admirando cómo mi madre cuidaba de mi padre y de nuestra familia. Quería eso para mí y cuando me casé y tuve dos hijos, la vida parecía perfecta, hasta el día que descubrí la traición de mi marido. Mientras limpiaba, encontré su computador portátil abierto y vi mensajes que concertaban una cita con otra mujer en un club nocturno.

Esa noche, después de dejar a mis hijos con una amiga, fui al mismo club. Peleamos tanto allí que me prohibieron la entrada durante un año. Después de eso, todo se vino abajo: mi esposo se mudó, el rendimiento académico de mis hijos bajó y perdí toda esperanza en mi matrimonio.

Camia SilvaTratando de escapar de mi dolor, me sumergí en la bebida, el tabaco y las fiestas. Pero no importaba lo que hiciera, me sentía vacía. Quería escapar de la pobreza y no veía la salida. Un día, al pasar por la Iglesia Universal, recordé haber ido allí antes, a una reunión con mi suegra. Algo me hizo entrar. No sabía que este era el comienzo de un cambio en mi vida. No era hora de reunión, pero el pastor habló conmigo y me invitó a participar de las reuniones. A partir de ahí seguí yendo. Ver las palabras Jesucristo es Señor me hizo llorar porque me sentía muy desconectada de Él. Los mensajes y las oraciones me ayudaron a darme cuenta de que necesitaba cambiar: enterrar mi pasado y empezar de nuevo. Decidí bautizarme en las agua.

Cuando realmente me arrepentí de todos mis errores y entregué mi vida a Dios, sentí que Su presencia llenaba el vacío que cargaba en mi interior. A partir de entonces encontré la fuerza de voluntad para poner fin a mis malos hábitos y poco a poco mi tristeza y desesperación desaparecieron. Encontré paz, alegría y fuerza para luchar por mi matrimonio. Poco a poco, mi marido empezó a regresar. Hablamos, decidimos intentarlo de nuevo y, después de 20 años de matrimonio, renovamos nuestros votos.

Hoy nuestra relación es fuerte. Hemos enfrentado muchas luchas, pero ahora finalmente tengo la familia feliz y bendecida con la que siempre soñé. Si hubiera sabido que este sería el lugar donde me enseñarían las herramientas que necesitaba para cambiar completamente mi vida, habría venido antes”. – Camia Silva