en su vida espiritual,
21 días. Sí, es una creencia ancestral que solo se necesitan 21 días para formar un nuevo hábito.
En el libro de 1960 del Dr. Maxwell Matlz, Psycho-Cybernatics, hace una observación de que, “se necesitan un mínimo de 21 días para que una vieja imagen mental se disuelva y una nueva se solidifique”.
Después, esta observación inspiró muchos libros de autoayuda a enseñar a otros que solo se necesitan 21 días para formar o terminar un hábito. Emocionantes noticias, ¿verdad? Pero no es suficiente. Existe la posibilidad de que se forme un hábito, pero será necesario ponerlo en práctica durante muchos, muchos días más. 21 días es solo lo mínimo; dependiendo de quién sea usted, es posible que necesite más días para formar un hábito.
Los hábitos se forman a través de años de repetición frecuente, ya sea de manera automática o habitualmente. Para romper el ciclo, debemos poner en práctica la idea de las 3 R: recordatorio, rutina y recompensa. Si esto es bueno para los hábitos, ¡imagínese lo beneficioso que es para nuestra vida espiritual!
Si esta vez decidió participar del Ayuno de Daniel de 21 días y está completamente comprometido con él, estamos seguros de que ha visto resultados asombrosos no solo en su vida física, sino especialmente en su vida espiritual.
Sin embargo, una vez que terminen estos 21 días, no olvide todos los excelentes resultados que vio. Hay muchas personas que terminan olvidándose, dejan de sacrificarse y de hacer lo que hicieron durante el ayuno. Se encuentran volviendo a sus viejas costumbres, eventualmente perdiendo todo el progreso que habían hecho …
Vea estos 21 días como el comienzo de una vida mucho mejor. Las lecciones que obtenemos de este ayuno son solo parte del comienzo de un esfuerzo de disciplina de larga duración que tendremos que hacer si queremos vivir una vida fructífera para Dios. Debemos velar y orar para distanciarnos de toda la información tóxica y los comportamientos que vimos que no eran beneficiosos para nuestra vida.
“Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.” (Mateo 26:41)
Si desea obtener más información sobre los 21 días de ayuno de Daniel, puede hacer clic aquí o llamarnos. ¡No es demasiado tarde para participar!
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